lunes, 25 de octubre de 2010

The Propeller Island

Un hotel con habitaciones temáticas

El extravagante hotel “The Propeller Island” se encuentra en  Berlín (Alemania). Un lugar absolutamente increíble que cuenta con distintas habitaciones temáticas, para todos los gustos, ¡Una verdadera obra de arte convertida en hotel!


El Propeller Island fue idea del famoso DJ Lars Stroschen, quien creó un concepto de hotel completamente distinto a lo que estamos acostumbrados, ya que su pretensión era diseñar un espacio que entrara dentro de los parámetros de “arte habitable”. La imaginación preside cada una de las estancias del hotel, en apariencia bastante ‘normalito’ pero que se transforma nada más poner un pie en la recepción, si puede llamarse así porque en este establecimiento nada es lo que parece. El resultado fue este asombroso alojamiento, que no tiene dos habitaciones iguales.

Las habitaciones están decoradas y ambientadas con los más variados motivos: la habitación del castillo, la habitación de lo espejos, la del bosque, la celda, la del suelo inclinado, la cama flotante, o la de los muebles colgando del techo… ¡INCREIBLE!






Los precios por persona y por noche en este hotel van desde los 99 a los 115 euros. Puede parecer algo caro, pero es una experiencia que se presenta como maravillosa. Es importante saber que si deseamos alojarnos en alguna habitación en concreto tenemos que reservar con antelación, ya que muchas de estas estancias
tienen lista de espera.

Sin embargo, el hotel más extravagante del mundo tiene sus reglas, pues su creador, que considera arte todo lo que albergan sus paredes, exige a los huéspedes que lo tratemos como tal, y exige el cumplimiento de una serie de normas. La primera y más importante: dejar la  habitación como se encontró.

Sin duda es uno de los hoteles más sorprendentes y atractivos.





Absolutamente todos y cada uno de los muebles y los elementos que que componen las habitaciones temáticas de este fantástico hotel son artesanales, auténticas obras de arte que lo hacen aún más especial, por su creatividad, que hace que irradie un halo mágico.

Burj al-Arab

El Burj al-Arab, en árabe: “Torre de los Árabes”, se encuentra en el Golfo Pérsico, en la ciudad de Dubai (Emiratos Árabes Unidos).


La fachada de este magnifico hotel tiene forma de vela y está hecha de teflón que recubre su fibra de vidrio. El hotel tiene una altura de 321 metros, y es en la actualidad el segundo hotel más alto de todo el mundo (superado sólo por el Rose Rotana Hotel). Se encuentra enclavado en una situación también especial; en una isla artificial, a 270 metros de la playa de Jumeirah (con el objetivo de que su sombra no cubra la playa), la cual está conectada a tierra firme mediante una carretera. De esta forma el hotel consigue un impacto, si cabe, todavía mayor.

Con tan solo 10 años desde su construcción, el Burj al-Arab ha conseguido todo tipo de calificativos y reconocimientos. Desde el primer y único hotel de siete estrellas del mundo, el hotel más alto del mundo, el hotel más caro, el más lujoso, el más costoso, el más… todo.




 El hotel está catalogado como de siete estrellas, categoría que va más allá de la clasificación normal de los hoteles, de uno a seis, debido a sus características realmente excepcionales que lo diferencian de cualquier otro tipo de hotel en el mundo.

El Burj al-Arab no tiene habitaciones. Sólo tiene suites. Exactamente 202. Todas ellas de dos pisos. Las más “pequeñas” tienen 170 m2. Las más lujosas y espaciosas llegan a los 780 m2.

Los precios de este lujoso hotel van desde los 1.600 euros hasta los 24.000 euros… por noche. Eso sí, por ese último precio, dispondriamos de una sala de cine privada, varios jacuzzis, camas giratorias, 27 teléfonos, varios televisores de plasma de 42 pulgadas, ascensor privado y… su propio helipuerto en el piso 28.

Las instrucciones que el Jeque de Dubai le dio a la diseñadora del hotel (Khuan Chef) para el diseño de las suites y el atrio eran impactar e innovar. Khuan y su equipo utilizaron los mejores materiales del mundo: mármol de Carrara para pisos y paredes, mármol de Statutario en la recepción, piedras preciosas, mosaicos árabes, columnas y techos con revestimientos de láminas de oro de 22 kilates de la India …


Fuera de las habitaciones, el hotel cuenta con todos los servicios imaginables; nueve restaurantes de lujo, mención especial del Al Mahara, ubicado bajo el mar, ofreciendo una vista subacuática a través de un vitral en forma de acuarioy el Al Muntaha, localizado a 200 metros de altura, permitiendo una vista panorámica de la ciudad de Dubai. Mayordomos y asistentes personales en todo momento, internet en cualquier parte del hotel, ordenadores portátiles y por supuesto todo tipo de tiendas y servicios (peluquerias, centro de salud), selectos bares, canchas de golf, SPA, piscinas, gimnasio, parque acuático, servicio de Rolls Royce, etc.


En el punto más alto del hotel se encuentra un helipuerto, el cual es utilizado como cancha de tenis cuando no está recibiendo helicópteros.

El Burj al-Arab es el símbolo de la prosperidad de Dubai, la llamada ciudad del oro. Un hotel de siete estrellas digno de una ciudad que está llamada a ser la metrópoli del ocio y el placer.



domingo, 10 de octubre de 2010

Ariau Towers Hotel

Si te gustan las aventuras y la naturaleza en todo su esplendor, seguramente te interese saber que en plena selva de Brasil hay un hotel ecológico donde sus huéspedes pueden alojarse a la manera de “tarzán” y realizar todo de tipo de actividades relacionadas con el turismo aventura y ecoturismo.


Este magnífico “eco-hotel”, se levanta a unos 20 metros de altura al mismo nivel de las copas de los árboles, con varias torres que se conectan a través de pasarelas de madera que serpentea a lo largo de más de 4 km, y rodeado por la majestuosa selva brasileña, y donde es común que al recorrer las pasarelas los huéspedes se encuentren con guacamayos, loros, monos juguetones.



El hotel Ariau Towers cuenta con 250 apartamentos rústicos y suites con baños privados y terrazas, cada uno con unas increíbles vistas de 360 grados donde cada mañana al despertarte tenes la posibilidad de apreciar ese fascinante paisaje virgen de la selva amazónica y su fauna. Además, posee torres de observación, piscinas en lo alto de los árboles, auditorio panorámico, anfiteatros, un cibercafé, una tienda de regalos, restaurantes, bares, centro de congresos y convenciones, helipuerto, transporte al aeropuerto, servicio por teléfono, fax y radio, etc.

La comida en este peculiar hotel es una verdadera fiesta donde los viajeros pueden disfrutar de auténticos platos regionales a base de pescados de la zona, carne, pollo, pastas, verduras, frijoles, arroz, sopas, ensaladas, pan casero, jugos naturales, frutas exóticas del Amazonas y postres dulces.



Entre las actividades que se pueden realizar, el Ariau Towers realiza emocionantes viajes en canoa, caminatas por la selva, pesca de pirañas, visitas a pueblos del Amazonas, paseos en helicóptero, observación nocturna de animales, y la natación con delfines, entre otras aventuras.

Sin duda, un lugar ideal para relajarse, aislarse y disfrutar de la naturaleza.

Aquí os dejo un video de mi gran amigo, Carlos Javier, quien tuvo el placer de visitar el hotel y hacer algunas fotografías.


lunes, 4 de octubre de 2010

Ice Hotel

Es el hotel de hielo de Suecia, situado cerca del círculo polar ártico.
Su primera construcción fue en 1990 después de que se hiciera una exhibición del arte de hielo la cual tuvo mucho éxito, se realizó en un iglú sobre el rió Torne y el creador de este hotel vio la gran acogida que tenía entre el público la idea de dormir en un iglú.

El hotel se mantiene en pie mientras la temperatura no supere los 0°C, y cada mes de abril está condenado a fundirse bajo los rayos del sol. Las camas, los techos, las paredes, las mesas, los sofás y hasta los vasos de su bar están construidos con nieve y hielo.


Desde la lejanía apenas llama la atención. Es tan sólo un pequeño montículo tan blanco como todo lo que hay a su alrededor. Más cerca comienzan a apreciarse las bóvedas que forman el techo de las habitaciones, los enormes ventanales de hielo y la gran cúpula del bar, construida con bolas de nieve.

Una puerta cubierta con pieles de reno conduce al interior, y nada más traspasarla comienzan a experimentarse sensaciones insólitas. Para empezar, el gorro es prescindible, ya que la temperatura habrá pasado de los 15 ó 20°C bajo cero habituales en el exterior a unos 5°C -también bajo cero- gracias al aislamiento proporcionado por los muros de hielo y nieve.

Las columnas que sustentan el pasillo central están hechas con un hielo tan puro que parece irreal. En algunos casos es tan brillante que adquiere un intenso color azul, parecido al hielo de los glaciares.

Para evitar confusiones, todos los huéspedes del hotel reciben un cursillo donde se dan algunos consejos para dormir a 7°C bajo cero y poder contarlo. Por ejemplo: nada de sauna antes de meterse en la cama; nada de cremas ni maquillajes (contienen agua y se congelan); nada de afeitado...


Las camas están cubiertas por auténticas pieles de reno sobre las que se duerme no sin antes envolverse en un saco de dormir polar que el hotel proporciona.

Si a pesar de todo no se puede conciliar el sueño, existe una habitación templada, construida con madera, donde se guardan los equipajes y bien dotada con bebidas calientes. Unos minutos allí bastan para entrar en calor.

Hoy en día, los turistas tienden a viajar a lugares que no fueron tan destacables en el pasado, y también tienden a buscar la originalidad, como es el ejemplo de dormir en un hotel de hielo y poder dormir a siete grados de temperatura.